Ser competitivo requiere disponer de un sistema de Inteligencia Turística
Cualquier hotel que quiera desarrollar y mantener una ventaja competitiva sostenible necesita poseer un sistema formalizado de Inteligencia Turística. Sin embargo, la realidad es que, en España y a diferencia de otros países, nuestros hoteles carecen de un sistema efectivo de Inteligencia Turística, lo que supone una fuerte debilidad y, cada vez más, una amenaza.
Uno de los primeros aspectos a considerar sería la ubicación de dicha unidad de inteligencia. Si bien lo deseable sería disponer de un departamento integrado por analistas profesionales en diferentes temáticas, la realidad y escasez de recursos hacen que esto sea inviable para un gran número de organizaciones. Por ello proponemos un modelo que no requiere cambios en la estructura organizativa.
Aunque existen varias posibilidades a la hora de ubicar la actividad de Inteligencia Turística dentro de una organización consideramos que, debido a su carácter estratégico, debe estar directamente vinculada a la alta dirección.
Ccapacidad de la empresa
Un punto a considerar, previo a su localización, es la capacidad de la empresa. Así los hoteles pertenecientes a cadenas y que, por ende, cuentan con un gran número de recursos, deberían destinar un equipo de trabajo cuyos integrantes se dedicaran única y exclusivamente a la función de inteligencia competitiva.
Para ello, sería necesario sistematizar los procesos de Inteligencia Competitiva y crear algunos puestos de especialistas en estos temas, como por ejemplo bibliotecarios, content curators, especialistas en búsqueda y análisis de la información, etc.
Una certificación AENOR
De esta forma, el trabajo del equipo consistiría, de una parte, en llevar a cabo por cuenta propia esta actividad y, de otra, en satisfacer en tiempo adecuado las demandas de información de los diferentes departamentos organizativos. Se podría así plantear para su sistematización la implantación de la norma UNE 166006 de gestión de I+D+i., correspondiente al sistema de vigilancia tecnológica y de inteligencia competitiva que, según AENOR, va a facilitar los recursos humanos, materiales, tecnológicos, financieros, intangibles. Así como la formalización y la estructuración del proceso de escucha y observación del entorno para apoyar la toma de decisión a todos los niveles de la organización hasta devenir en la implantación de un sistema permanente de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva.
No obstante, a medida que se reduce la capacidad de la empresa, la posibilidad de destinar en exclusiva un grupo humano dedicado a las funciones de inteligencia competitiva se hace cada vez menos viable. Aunque esto no debe suponer motivo alguno para que una empresa renuncie al éxito, sino más bien ser un incentivo para buscar soluciones alternativas al problema.
Así, una opción posible es la figura de una única persona encargada de cubrir este puesto, bien sea en dedicación exclusiva o combinada con otra función. Sería la persona responsable de dirigir la función de inteligencia competitiva, actuando como punto central sistematizando la recogida e inventario de información tanto interna como externa, su clasificación, y su posterior distribución de información, la actualización de bases de datos, etc.; o bien, para atender peticiones específicas de búsqueda de diversas áreas de la empresa.